Quito, 5 oct (Prensa Latina) Las provincias ecuatorianas de Manabí, Santa Elena, El Oro y Galápagos permanecen hoy bajo estado de alerta roja debido a la sequía que azota al país andino.
La decisión la adoptó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional presidido por la ministra de Ambiente, Inés Manzano.
La funcionaria detalló que la permanencia de la alerta roja en esas cuatro demarcaciones responde también a la ocurrencia de incendios forestales, el déficit hídrico y la seguridad alimentaria.
El pasado 21 de septiembre, el COE declaró dicho nivel de alarma para 19 provincias ecuatorianas, sin embargo, este viernes el organismo decidió «levantar la medida en las jurisdicciones de la región de la Sierra que la tenían».
De igual manera, el COE Nacional explicó que el Ministerio de Ambiente dará seguimiento a los municipios para que implementen generadores eléctricos en sus estaciones de captación, potabilización y distribución de agua potable, así como en sus plantas de tratamiento de aguas residuales.
También orientó que el Ministerio de Agricultura evaluará los escenarios de seguridad alimentaria frente al déficit hídrico y la sequía con proyección para los meses de octubre, noviembre y diciembre de este año.
Más de 39 mil hectáreas de vegetación fueron destruidas en Ecuador por los tres mil 496 incendios forestales ocurridos desde enero hasta hoy, según cifras de la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).
Como consecuencia de estos incidentes, 39 personas han resultado heridas, 250 familias afectadas, 241 damnificados, 824 afectados, 44 mil 700 animales muertos y cuatro mil 250 animales lastimados, precisó la SGR.
En ese contexto, la caída del nivel de los principales embalses ha activado las alertas ante el retorno de los apagones.
El Operador Nacional de Electricidad (Cenace) advirtió que la mayor preocupación es la fase más grave de la temporada de estiaje, que inició este mes de octubre.
Recientemente, el presidente Daniel Noboa reconoció que esta nación sudamericana atraviesa por la peor etapa de sequía en 61 años.
Especialistas en el país andino explicaron que agosto fue el mes de mayor afectación por incendios forestales, seguido de julio.
Los expertos han advertido en varias ocasiones que estos siniestros suelen presentarse en esta época del año cuando las lluvias son escasas. A las condiciones climáticas para que se propaguen se suma, muchas veces, la imprudente acción humana.